fuente foto by click Durante milenios se le han atribuido al vino diversas propiedades curativas. Por medio de este post, siempre fundamentado en un consumo moderado y responsable, pretendemos acercar algunas de las beneficiosas propiedades del disfrute de este apreciado producto con sus consumidores. |
Más allá del placer que conlleva acompañar una comida con un buen vino; está demostrado que un consumo moderado de este producto ayuda a proteger el corazón, fortalece el metabolismo, favorece la digestión, ayuda a mantener y cuidar las articulaciones; y según los últimos estudios, incluso alarga la vida.
A partir de los años 70, se comenzaron a estudiar las propiedades beneficiosas que tenía un consumo moderado de vino; no más de 750 ml al día para el sexo masculino, no más de 500 ml al día para el sexo femenino, reduciéndose a no más dos o tres copas para las personas ancianas. Con todo ello, se llegó a una conclusión bastante popular entre los diferentes investigadores, las personas que realizan un consumo moderado de vino poseen un riesgo de mortalidad 37% menor que los abstemios. La ciencia se vuelve prácticamente ecuánime al atribuir al consumo terapéutico de vino las siguientes propiedades:
- Tranquilizantes.
- Vasodilatadoras.
- Energéticas.
- Diuréticas.
- Favorecedoras de la absorción intestinal de las grasas.
- Generadoras del incremento del HDL, más popularmente conocido como colesterol bueno.
- Sus polifenoles ayudan a ahorrar vitamina C.
- Son sintetizadoras del colágeno presente en los vasos arteriales, que ayuda a mantenerlos elásticos y resistentes.
Con todo ello, desde la Madre del vino os aconsejamos un consumo responsable para poder seguir brindando con vosotros durante muchos, pero muchos, años.
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